En el siguiente artículo te explicaré en detalle qué son las cláusulas de confidencialidad y para qué se utilizan en los contratos laborales. Asimismo sabrás cuáles son las características de este tipo de acuerdos, en qué escenarios se firman y quiénes deben suscribirse a este tipo de cláusulas.
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El contrato o acuerdo de confidencialidad es un acuerdo que se firma en las relaciones comerciales o laborales a través del cual una persona natural o jurídica se compromete a no divulgar información. Es decir, son acuerdos que se utilizan cuando una empresa no quiere que la información sea compartida con personas externas a la empresa e inclusive externas al área en la que se desenvuelve un trabajador.
Según el dictamen 4.731 de la Dirección del Trabajo:
Es posible pactar un contrato de trabajo o acuerdo de confidencialidad siempre y cuando se respete la necesaria idoneidad, necesidad y proporcionalidad de la obligación impuesta por la ley. De acuerdo a esto, el acuerdo de confidencialidad podrá llevarse a cabo cuando proporcione al empleador una mejora, avance o ventaja competitiva y se utilicen medidas razonables para ello.
El acuerdo de confidencialidad nace del principio de confidencialidad entregado en nuestra legislación, que busca proteger la información privada de cada persona. En efecto, estos acuerdos sirven para evitar que las partes involucradas puedan utilizar la información o datos para sus propios fines o intereses.
Existen 2 tipos de acuerdos de confidencialidad, uno al que se suscribe la parte receptora de la información y aquellos al que se suscriben ambas partes.
Estos acuerdos se firman cuando se quiere comenzar la relación contractual, es decir, antes de entregar información que no se desea compartir. Así por ejemplo, si se quiere comenzar una negociación para realizar una inversión, primero se deberá firmar el acuerdo con los inversionistas y luego se entrega la información de la inversión en cuestión.p>
Por otro lado, si quieres contratar un servicio al que debes entregar información sobre tu empresa para que puedan trabajar, deberán primero firmar el acuerdo y luego comenzar a trabajar.
El acuerdo lo deben firmar todas las partes involucradas, es decir, la parte que entregará información y la parte que recibirá dicha información. Respecto a los contratos de confidencialidad, estos suelen usarse en inversiones, negocios, contrato de servicios, E-commerce entre otros.
Esto va a depender del tiempo que se establezca en el acuerdo, generalmente suelen durar unos 2 a 4 años una vez terminada la relación laboral.
Estas son disposiciones que se encuentran en un contrato, con las cuales el empleador obliga al trabajador a mantener reserva de cierto tipo de información que es considerada de vital importancia para la empresa, o sea, es información sensible de una empresa. Las cláusulas dependen del empleador. De acuerdo a esto, será él quien elegirá en qué casos agregar una cláusula de confidencialidad al contrato de trabajo.
Son varios los puntos que debe incluir una cláusula para que sea legalmente válida, estos son:
No. Depende del empleador si el contrato laboral contará con una cláusula de confidencialidad o no. Y también depende del empleador respecto de qué será la confidencialidad que se exija.
Aunque van encaminadas a lo mismo, es necesario resaltar que la cláusula está contenida dentro de un contrato, por lo que depende en su integridad de este, mientras que el acuerdo es una figura autónoma e independiente. También existe una diferencia que radica en el tiempo de celebración. Usualmente los acuerdos de confidencialidad se manejan en etapas precontractuales, mientras que las cláusulas son establecidas a la hora de firmar un contrato.
Si el trabajador no cumple alguna de las cláusulas de confidencialidad y hace pública información confidencial de la empresa, podría haber sanciones que van desde multas hasta presentar cargos en tu contra; según el tipo de información:
Quien divulgue la información confidencial, deberá pagar a la otra parte una multa, o bien, exigir una indemnización por los daños causados. Debido a que será complejo probar y acreditar los daños ocasionados al tribunal, es recomendable establecer en los acuerdos de confidencialidad una multa para evitar tener que probar la cuantía del daño.
Tal como señala el artículo 284 del Código Penal.
Será posible sancionar penalmente a quien fraudulentamente comunica secretos de la fábrica en la que ha estado o trabajado. La sanción corresponde a la de reclusión menor en su grado mínimo a medio, o multa de 11 a 20 UTM.
Esta ley protege el secreto empresarial, sin embargo no establece una sanción determinada, sino que señala que el afectado puede solicitar indemnización por los perjuicios ocasionados, por lo que nos hemos enfrentado al mismo problema descrito anteriormente.
Modelo de acuerdo de confidencialidad.
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